Durante los últimos años, Cajicá ha venido experimentando profundas transformaciones, sin embargo, para el 2020, con la pandemia, se evidenciaron desigualdades que afectaron a la población y, especialmente, a las mujeres.

​

Según el último Informe de Calidad de Vida publicado por Sabana Centro Cómo Vamos, las mujeres y jóvenes son grupos poblacionales vulnerables en términos de empleabilidad desde antes de la pandemia, siendo evidente las brechas de empleo e informalidad en estos grupos poblacionales. Así las cosas, esto representa un problema estructural de colocación en el mercado de trabajo, cuya salida está en la informalidad, la cual deja sin protección social a estos grupos poblacionales.

​

Sumado a ello, la violencia ha contribuido a profundizar dichas desigualdades. Según el Observatorio de Sabana Centro Cómo Vamos en su último informe, en el 2020, Cajicá (19,7%) y Chía (16,2%) registraron la tasa de violencia intrafamiliar más alta por cada 10.000 habitantes.

Revisando los resultados por categorías que comprenden sobre la categoría anteriormente mencionada, la violencia de pareja representa el 64,7 % de los casos en la provincia, seguido por la violencia entre otros familiares (21,7 %), contra niños, niñas y adolescentes (10,9 %).

​

Con base a este diagnóstico, desde las administraciones municipales, se ha visto la necesidad de volcar todos los esfuerzos en crear estrategias encaminadas a la construcción de una política robusta de equidad de género, enfocada en la disminución de violencias basadas en género y el aumento en las oportunidades laborales para las mujeres, mediante programas de intervención focalizados.

​

En ese sentido, este laboratorio tiene como propósito crear iniciativas encaminadas hacia la equidad de género, el respeto mutuo, la promoción de la diversidad y la inclusión laboral con el objetivo de contribuir al cierre de brechas de género.